lunes, 17 de febrero de 2014

Reencuentro con el mismo patrón

Se abre el telón

Una sucesión de palabras conectadas por una voz indecisa.


A pesar de ello, los gestos entretienen la multitud de miradas, que viajarán de un lado a otro desde ahora en adelante.
Entonces hay una pausa, un gesto distintivo que, por un momento, alimenta las esperanzas ya perdidas años atrás, por un grupo de personas unidas por un lazo común: ANOMIA.
Siendo la última guinda de 'una sucesión de catastróficas clases', parece adaptarse a las expectativas. Palabras, frases y monólogos que repiten una y otra vez un contenido que, desgraciadamente nunca llega.

De entre las caras atónitas de los alumnos, algunos mantienen un atisbo de ilusión, quizás por ilusos; quizás por motivaciones ajenas. Mensajes, juegos, miradas perdidas, párpados caídos...

Me pregunto qué imagen percibirá de todo esto. 7 años dando clases y no parece tiempo suficiente para aprender a enseñar. Para saber motivar, saber transmitir...

¿Será que, como nosotros, fue desmotivado por personas que no le dejaron ver otra opción?
¿Será que considera correcta su actuación? ¿que es nuestro problema no atender? ¿o serán los días rutinarios de café, coche, trabajo, casa, cama? 


Cansada de debates vacíos, de discursos áridos y de planes de vida sin vida. Esto ha de cambiar, o no, pero yo no lo compro. Muchas opciones excitantes y diferentes a elegir, que este discurso opaco.

Y pegando un portazo insonoro, dejo el aula diciendo Lo Siento. Siento que no te hayan demostrado que otra vida es posible. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario