martes, 1 de abril de 2014

Mención al 15 M

Hace unos días recibí un link sobre un vídeo en el que se les preguntaba a unos jóvenes en la fiesta de la primavera de Granada, una fácil pregunta... ¿Quién es Adolfo Suárez?

El vídeo se puede encontrar en youtube:  https://www.youtube.com/watch?v=6X8PcwEQUgQ

Ante las respuestas ofrecidas, y no sólo por estos tres chicos sino por otros muchos que aparecen en otros vídeos similares de este mismo día, surge la pregunta...

¿Qué porcentaje de la ciudadanía tiene tan poco que decir ante personajes y eventos que son esenciales para conocer nuestra historia? Cuando hablamos de la necesidad de que la población se implique en la vida política ¿cuánta gente está dispuesta hacerlo? ¿estamos muy lejos de conseguirlo? ¿qué se necesita para llegar a ello?

Cuando me planteo estas cuestiones, entonces recuerdo una conferencia a la que asistí en la Casa Invisible en Málaga, en la que Juan Luis Sánchez exponía su libro 'Las 10 mareas del cambio' y se debatió la repercusión que el 15 M tuvo en nuestra sociedad. 
A pesar de que poco ha pasado desde que atendí a esta conferencia, ha sido tiempo suficiente para reflexionar sobre algunos de los planteamientos que allí se expusieron, y he de aceptar que durante mucho tiempo he subestimado los efectos del 15 M. 

En una sociedad avanzada en términos de conciencia política, no serían necesarias revoluciones como ésta, y apoyar a nuevos partidos políticos o partidos ya existentes para que puedan llevar a cabo sus programas, sería interesante. Ahora bien, teniendo en cuenta de que esta tradición política de la que hablo (a través de una ciudadanía bien informada, que sea crítica y se interese por lo que sucede no sólo en su esfera personal sino en la social) parece brillar por su ausencia en muchos sectores de la población.... entonces ¿qué sentido tiene fomentar el voto a un partido político? ¿para qué pedir el voto de unos votantes que no se interesan ni saben lo que votan? 

Con esto no trato de decir que no tenga sentido apoyar a un partido, pues si se cree que puede suponer un cambio, entonces ¿por qué no? Pero de ahí a pensar que esa es la solución... es una pequeña parte sobre la que trabajar, pero desde luego hay cosas más importantes como son: la necesidad de difundir información y motivar a la ciudadanía a implicarse en la vida política. Esto no sólo se consigue diciendo que se salga a votar, sino que esta implicación tiene que ser constante y ha de hacerse presente en muchas acciones y no en el simple hecho de salir a la calle cada cuatro años a votar. 
         
  Para poder actuar primero es necesario conocer y querer. Y si en ello el 15 M consiguio movilizar a numerosas conciencias y fomentar la acción de tantos otros, entonces tuvo sentido, y bastante. 

Aquí dejo una de las pancartas que más me gustaron de aquellos días. 

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